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Fotografías:Tim Hursley
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El desafío de la Casa Arkansas fue re-ensamblar una vivienda dañada por un incendio e introducir posibilidades para re-pensar el carácter espacial de la casa, añadiendo nuevos elementos. El diseño tuvo que definirse en tres semanas y los detalles fueron resueltos después de que comenzara la construcción, parte por parte. Los arquitectos pudieron trabajar sólo en las zonas dañadas por el incendio de la casa (exteriores e interiores), dejando el resto sin tocar.
La estructura del bajo techo existente, con un trazado entre Kahn y Wright, fue impuesto con un nuevo sentido de jerarquía a través de la adición de monitores de luz y lofts suspendidos para los espacios de los niños, una nueva cocina, y una gran sala de estar, entretenimiento, y un espacio para piezas de arte. Los monitores orientados verticalmente traen la luz necesaria a través de las ventanas de acero dentro de los tristes interiores dañados por el fuego. La gran sala es iluminada naturalmente desde todos lados y llena el centro de la casa con luz y vistas hacia el cielo y a los monitores adyacentes.
Con dos niños en un extremo de la casa y sus padres al otro extremo, la gran sala está posicionada para unificar a la familia en un gran espacio social. La sala se corta en un sentido que no calza con la grilla de la estructura existente, entregando una complejidad espacial enriquecida y contrastante. Al final del zócalo, un muro en voladizo parece flotar en el espacio, la composición de este es de metal oxidado, como una coreografía de la música de Neil Young y su banda.
Bloques de hormigón articulan las esquinas de cada espacio existente y con el tiempo se asentarán de diferente manera, dejando algunas superficies aplomadas para trabajar sobre ellas. Nuestra táctica fue hacer flotar los paneles enchapados en cerezo y nogal sobre los muros y todo a lo largo del cielo, formando una piel interior independiente. Los pisos de cerezo y nogal también actúan para formar una línea interior. Tirante y altamente artesanal, esta superficie refinada actúa como un delineador interior para el revestimiento de los monitores exteriores en planchas de acero envejecido. Existe una silenciosa resonancia entre los espacios nuevos y viejos, envueltos en la calidez de varias maderas americanas, ellos se unen para una nueva presencia material que suaviza sus diferencias.